El encanto navideño de los pristiños

Los pristiños son uno de los dulces más queridos de la Navidad ecuatoriana. Con su inconfundible forma de rosquilla y su irresistible baño de miel de panela, este postre tradicional llena cualquier hogar de aroma festivo y sabor a tradición. Prepararlos en familia es casi un ritual que une generaciones y revive recuerdos. A continuación, te comparto la receta paso a paso para que disfrutes de unos pristiños caseros perfectos.

Ingredientes

Para la masa

500 g de harina de trigo

1 cucharada de anís molido

1 cucharadita de polvos de hornear

1 pizca de sal

250 ml de agua tibia

Aceite para freír

Para la miel

500 g de panela rallada o chancaca

2 tazas de agua

3 estrellas de anís

1 rama de canela

Jugo de 1 limón

Carbohidratos energéticos y dulzura natural para disfrutar la Navidad con vitalidad

Miel espesa pero fluida: cocina hasta punto de jarabe simple

Preparación paso a paso

Mezclar la harina, anís molido, polvos de hornear y sal. Añadir el agua tibia poco a poco hasta formar una masa suave y elástica (no pegajosa). Amasar 5-10 minutos.

Cubrir la masa y dejar reposar 30 minutos.

Dividir en porciones, estirar con rodillo hasta 3 mm de grosor. Cortar tiras de 2 cm de ancho y 15 cm de largo. Unir los extremos formando anillos.

Calentar abundante aceite a 170-180 °C. Freír los pristiños por tandas hasta dorarlos (2-3 min por lado). Escurrir en papel absorbente.

Hervir la panela con agua, anís, canela y limón 20-25 min hasta espesar (consistencia de jarabe). Pasar por un colador.

Colocar un poco de miel en los pristiños y servir.

Valor nutricional aproximado (por pristiño con miel)

Calorías: 180 kcal

Proteínas: 2 g

Grasas: 6 g

Carbohidratos: 32 g

Azúcares: 18 g

Fibra: 1 g

Consejos para pristiños perfectos

Masa elástica, pero no pegajosa

Aceite a temperatura constante para fritura pareja y sin absorber grasa.

Miel espesa, pero fluida: cocinar hasta punto de jarabe simple.

Almacenar en recipiente hermético hasta 1 semana.

¿Con qué acompañar los pristiños?

Chocolate caliente

Café negro o canelazo para resaltar anís.

Helado de vainilla para contraste frío-caliente.

Los pristiños encapsulan la esencia festiva de Quito: crujientes, dulces y llenos de tradición. Su preparación sencilla recompensa con un postre que une generaciones alrededor de la mesa navideña. Anímate a hacerlos: el aroma de la miel cocinándose llenará tu hogar de magia quiteña. ¡No hay Navidad sin pristiños caseros!