Ecuador se juega su rumbo político en la consulta popular y referendo de este 16 de noviembre
Written by admin on 11/16/2025
Ecuador vota dividido entre generaciones, territorios y estados de ánimo. Este 16 de noviembre de 2025, 13,9 millones de ecuatorianos acudirán a las urnas para la consulta popular y el referendo. Más que el contenido de las preguntas será una evaluación política al Gobierno y un reflejo de cómo se reparte hoy el poder del voto en el país.
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🗳️ ¿Quiénes van a las urnas?
El padrón electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE) suma 13,9 millones de votantes, con una ligera mayoría femenina: 7,09 millones de mujeres frente a 6,83 millones de hombres. Una diferencia de 260 786 electoras. “Habría que analizar si el voto de las mujeres es radicalmente diferente o no al de los hombres”, señala Simón Jaramillo, analista de Participación Ciudadana.
En el exterior están 481 373 ecuatorianos registrados. Aunque representan apenas 3,4% del total, su voto puede ser determinante en una contienda ajustada.
El voto joven mantiene su peso. El 46% del electorado tiene entre 18 y 39 años, mientras que el 49% tiene 40 años o más. Adolescentes de 16 y 17 años, cuyo voto es facultativo, suman 4,77% del padrón.
Esta distribución refleja un país donde conviven dos pulsos: Los adultos mayores tienen más experiencia de procesos pasados y tienden a la estabilidad; los jóvenes pueden estar más expuestos, para bien o para mal, a probar nuevas opciones, precisa Jaramillo.
🗺️¿Dónde se define la consulta popular y el referendo?
El voto está altamente concentrado. Ocho provincias concentran el 70% de electores: Guayas, Manabí, Los Ríos, El Oro, Esmeraldas, Pichincha, Tungurahua y Azuay agrupan a 9,8 millones de personas.
Guayas y Pichincha son los epicentros del mapa político. Allí se libra la disputa más intensa entre el oficialismo y la oposición. En escenarios de polarización, esas dos provincias suelen inclinar la balanza.
Entre cantones, Quito encabeza la lista con 2 085 115 votantes, seguido por Guayaquil, que tiene 39 157 menos. Son dos ciudades que definen el pulso nacional. Cuenca completa el trío de capitales provinciales con mayor peso en la decisión.
Las parroquias más pobladas están también en las dos principales ciudades. En Guayaquil, destacan Tarqui, Ximena, Febres Cordero y Pascuales; en Quito, Calderón y Chillogallo. Son zonas densamente urbanas y populares. Ahí la campaña presencial y el contacto directo suelen marcar más que lo digital.
👥La composición por edades: dos mitades del electorado
La consulta popular enfrentará dos bloques casi idénticos. Casi la mitad de los votantes supera los 40 años, un grupo que, históricamente, muestra mayor disciplina electoral y tendencia a la estabilidad. La otra mitad, integrada por ‘centennials’ y ‘millennials‘, representa el 46% del padrón. Ellos aportan energía y cambio, pero también dispersión.
Esa dualidad podría definir el tono del resultado. Los adultos mayores suelen votar por continuidad o por opciones que prometen orden y seguridad. Los jóvenes, en cambio, se mueven más por temas de coyuntura e identidad. En esta consulta, su nivel de participación será decisivo para inclinar la balanza.
🏙️El mapa electoral de la consulta popular: la batalla se define en grandes provincias
Para el analista político, Alfredo Espinosa, la clave está en la concentración del voto. En un escenario de polarización, históricamente las provincias con mayor densidad electoral han sido las que ponen ganadores. Esa lógica se mantiene. Guayas, Pichincha, Manabí y Azuay no solo reúnen más votantes, sino que concentran la campaña digital y presencial. “Son las provincias grandes en donde la pugna por el voto es mucho más encarnizada”, dice Espinosa.
Los epicentros del voto han variado según los ciclos políticos. Por ejemplo, Manabí tuvo una hegemonía muy importante en los triunfos de la Revolución Ciudadana. A partir de la gestión de Noboa, ha sido Quito. En este contexto, Pichincha aparece como el “epicentro de este voto anticorreísta, aunque Espinosa reconoce que habrá que ver si esa dinámica se mantiene en la consulta popular.
⚖️Evaluación al Gobierno más que un debate constitucional
Alfredo Espinosa y Simón Jaramillo coinciden en que el referendo y la consulta serán más una medición política. Este ejercicio de democracia directa va a ser la primera evaluación al régimen de Noboa, sostiene Espinosa.
A su criterio, la ciudadanía votará con base en la percepción sobre la gestión, no sobre el texto de las preguntas. “En Ecuador, los ciudadanos votan por el proponente de estas iniciativas y por el momento político en el que se gestan, más no por el contenido propiamente dicho”. Si gana el sí, explica, el Gobierno lo asumirá “como una evaluación positiva a su gestión”. Pero “una apuesta por el no pondría ciertos límites y sería un profundo llamado de atención de parte de los ciudadanos”.
Jaramillo refuerza esta idea desde una mirada histórica: “La gente no vota por los temas consultados, sino por el consultante”. Cita ejemplos pasados: En 1986, Febres Cordero preguntó sobre la participación de los independientes… la gente votó que no. Años después, Sixto Durán preguntó lo mismo y la gente le dijo que sí. Ambos coinciden en que esta consulta actuará como un plebiscito sobre la gestión de Noboa. El voto reflejará aprobación o rechazo al rumbo político del país.
🏘️Periferias urbanas y el voto mediado para la consulta popular
Las parroquias más pobladas –Tarqui, Ximena, Febres Cordero, Pascuales, Calderón y Chillogallo– comparten una característica: son territorios donde el voto se organiza, a través de redes locales.
En los sectores periféricos existen mediadores que se encargan de ser puente entre el candidato, el partido y el ciudadano, explica Espinosa. Dirigentes barriales, juntas parroquiales y comités vecinales cumplen ese papel. “El rol del mediador es sostener la relación clientelar entre el elector y el candidato”, añade. Aunque el Gobierno no ha desplegado obra pública significativa, sí mantiene bonos. Es una forma de sostener clientelas electorales en zonas periféricas, apunta el analista.
Esa dinámica se replica en capitales provinciales, donde las zonas urbanas en expansión se han convertido en terreno clave para las campañas. Las capitales de provincia juegan un papel importante, pero sus zonas periféricas son las de mayor expansión, enfatiza Espinosa. Ahí se ve el impacto de las estrategias más directas: ferias, brigadas y presencia territorial de ambas opciones.
🔄Ecuador vive en una permanente consulta popular
Para Simón Jaramillo, la consulta de 2025 se inscribe en una larga tradición nacional: “Ecuador tiene una larguísima tradición de consultas populares y referéndums, y también de cambiar constituciones“.
Esa costumbre, advierte, tiene un costo político y emocional: Deberíamos preguntarnos ¿Cuán conveniente es para la estabilidad política y económica esta costumbre de constantes consultas y constituyentes? Según él, ese hábito genera “hartazgo democrático” y desgaste institucional acumulado.
La consulta popular y el referendo no solo medirán el pulso ciudadano sobre preguntas, sino el grado de confianza que conserva el Gobierno en un país dividido entre generaciones, regiones y percepciones. Los 13,9 millones de electores representan una radiografía del Ecuador actual: un país urbano, con mayoría femenina, voto maduro, pero también juvenil. En esa mezcla se definirá no solo el resultado de las urnas, sino el rumbo político inmediato de Ecuador.
Enlace externo: Revisa las preguntas del referendo y consulta popular 2025
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